martes, 2 de septiembre de 2014

MALDITA LIBERTAD

Más de un año y medio. Eso es lo que me ha llevado terminar mi primera novela. Horas y horas de ojos rojos frente a una pantalla repleta de caracteres desmoralizadores. No importa tener un día bueno, al siguiente tu trabajo te parecerá una mierda. Has de ir conquistando terreno, ganando confianza en ti mismo y dejar de pensar en qué le gustaría leer a la gente. Has de ser tú y luchar contra ti mismo para escribir lo que realmente sientes. Algunos piensan que es un trabajo de vagos, todo el día en casa dándole al lápiz o las teclas. Rezo a Dios para que mueran. Es complicado, te arde la cabeza y no puedes continuar, pero lo haces porque quieres creer en lo que haces, aunque casi nunca lo consigas. 
Más de un año y medio, y te la lees de un tirón en menos de tres horas. Pero no importa, no importa en absoluto. Me siento orgulloso del trabajo y del esfuerzo empeñados. Ahora la están corrigiendo, y tengo todo menos nervios de acero. No sé nada, ni siquiera cómo gesticular. Ardo en ansiedad, necesito saber qué le parece a la gente mi obra. Me da igual lo que digan; pueden insultarme, pueden pegarme, pueden incluso destrozarme la cara a patadas, pero no pueden mentirme. Eso sí que es cruel. 
La persona que me ayuda con la novela es importante para mí, es toda una capitana. Generosa y personal. Es profesora, es diferente, es de ''la quinta de Kurt Cobain''; y podemos entendernos, incluso llevarnos bien. Gracias donde quiera que estés.

Os dejo una párrafo del séptimo capítulo de Maldita Libertad, disfrutadlo o ignoradlo.

''Pero todo acabó demasiado pronto, acabó aquella tarde de otoño que no debería haber acabado. Papá no consumía, pero sí tenía en aquella casa rural una pequeña cocina donde guisaba, entre otros platos, estupefacientes poco o nada lícitos. Un narcotraficante, un hombre sin moral… aquel ser era mi padre. Tuvo problemas con aquellos hombres de color de dos villas más al sur; se negaba a comerciar con ellos. Él decía que era un hombre honrado, y que por eso no comerciaba con negros. Menudo gilipollas mi padre, que en paz descanse.''

5 comentarios:

  1. Saca el libro a la luz ya! Maldito nazi...

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    1. Jajajaja me viene a la cabeza uno de tus consejos: pon una esvástica en la portada de un libro y venderá el triple.

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  2. Bueno... como siempre emociona leerte! Gracias por la parte que me toca pero sin trabajo, determinación y talento no sería posible leer lo que has escrito. Solo me falta felicitarte!

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