domingo, 23 de noviembre de 2014

SI DURMIÉRAMOS UNA HORA MENOS...


Si durmiéramos una hora menos, viviríamos aproximadamente tres años más que el resto de la población. Yo suelo dormir unas tres horas menos de lo que recomiendan los médicos y demás hombres de blanco, así que cuando muera a los ochenta años -o por ahí- podré decirle a cualquier colega que soy nueve años más sabio que él. Y pensaréis ''menuda gilipollez'', y la mayoría de gente os dará la razón... Pero qué queréis que os diga; prefiero dormir menos y vivir más que dormir más y vivir menos. Además, durante la noche la ciudad se convierte en algo diferente de la abominable masa que es. Se vuelve tranquila, callada, reflexiva... 
Cuando caminas por las calles de madrugada puedes darte cuenta de muchas cosas. El otro día me pregunté cuánta gente estaría durmiendo sin tener la conciencia tranquila. Parece que las personas se han acostumbrado a eso, a mirar hacia otro lado y a esconder sus problemas tras capas de mentiras o de superficialidad.
Yo intento irme a la cama sin que mi cabeza me atormente, habiendo cumplido con mi parte... y eso es lo que le falta por hacer a un desmesurado número de personas... Si lo hicieran, todo sería más sencillo, más verdadero; la vida en sociedad se ahorraría una innumerable cantidad de problemas.
Lo comenté en otra entrada: A los veintiún años nuestro cuerpo comienza a morir, va envejeciendo lentamente; el tiempo, con su paso, va robándonos la vida poco a poco. Más vale aprovechar nuestro tiempo, más vale irse a dormir con la conciencia tranquila. Si os interesa, lo que yo hago es tratar de convencerme a mí mismo de que moriré a los treinta años. De este modo nunca aparto mis metas de la cabeza y disfruto de cada instante. Porque, si lo pensamos, el mayor objetivo del ser humano no ha cambiado desde el desafortunado momento en el que apareció: encontrar la felicidad. Y la felicidad no es otra cosa que luchar y alcanzar nuestros sueños, tratando siempre de disfrutar de la vida.

lunes, 17 de noviembre de 2014

SUS PREGUNTAS, MIS RESPUESTAS

¡Atención! ha llegado el momento que pocos estabais esperando... ¡Las respuestas a las preguntas que me habéis hecho estos días! La verdad, no sé qué decir. Han habido preguntas de todos tipo: absurdas, profundas, tergiversadas, paranoicas... Una macedonia que bien no sabría definir. En fin, tan solo he seleccionado siete -las que más me han gustado-... ¡ahí van!

1. Si tuvieras que elegir matar a Holden Caufield o a Jesucristo, ¿a quién escogerías?

Que intrincada cuestión planteas, amigo anónimo. ¿Cómo elegir a cuál de mis dos dioses asesinar? No, ahora en serio, mataría a Holden porque es depresivo, y así le ahorraría sufrimiento. Por otra parte, Jesús muere en la cruz... Supongo que estaría bien ahorrarle esa tortura. Sí, definitivamente me encargaría de Jesucristo; además, lo más probable es que me recompensase con la vida eterna en el paraíso -o lo que quiera que sea eso- por hacerle ese gran favor. Espero haber satisfecho tu intriga, amigo Pablo.

2. ¿Cómo te definirías en una palabra?

Depende del día de la semana. Los lunes, martes y miércoles (ir)responsable; los jueves vitalista y humanista; Hedonista y pecador los viernes y sábados, y sacrílego y penitente los domingos. Supongo que esa respuesta no te sirve. Probaré de nuevo. Sinceramente creo que la palabra que mejor me define es LAI·A. Cuando consigas traducirla te explico el porqué.

3. Si hubiera un armagedón que acabara con la civilización tal y como la conocemos matando a miles de millones de personas, lo primero que harías sería: a) Establecer un gobierno estable (democrático o dictatorial); b) Procrear con todo lo que se mueva; o c) Preservar todo el conocimiento posible. (Justifica tu respuesta).

En fin, menuda ida de olla. Lo primero que haría si hubiera un armagedón sería establecer un gobierno dictatorial, cuya ideología, cómo no, sería la de las cuatro puntas. El motivo por el cual escojo este sistema de gobierno es porque tras el estallido de semejante desastre, en la tierra reinaría la anarquía, y la única forma de poner orden sería mediante la fuerza. Una vez ''estabilizada'' la sociedad, implantaría un sistema de democracia por competencias y fomentaría la recuperación de la cultura y el conocimiento.

4. ¿Escribes lo que escribes para gustar o es realmente lo que te inquieta?

Buena pregunta. Creo sincera y firmemente que no escribir lo que realmente sientes o te inquieta es una verdadera pérdida de tiempo. Lo creo por muchas razones, pero la primordial es porque ese texto no contendrá nada tuyo, nada nuevo, nada que te haga sentir bien contigo mismo. Yo siempre escribo sobre lo que me pasa por la cabeza, aunque es obvio que también me gusta que la gente valore lo que hago.

5. Hola Javier, ¿cuál es tu fuente de inspiración?

Hola anónimo. Yo me inspiro en lo que entra por mis ojos. Me dedico a observar, sobre todo a personas y su comportamiento (en ocasiones creo un alter ego para conocer mejor a ciertos individuos), aunque también  saco ideas de cosas más simples: de la naturaleza o de los objetos. Mi fuente de inspiración es mi día a día; la información me llega a través de los sentidos y yo lo único que hago es reinterpretarla, plasmar en un papel mi punto de vista.

6. ¿Qué tres cosas aprecias más en una persona?

Son tres cosas simples, pero a la vez difíciles de encontrar. La primera, que sea fiel a sus principios, que sea ella misma; La segunda, que no mienta; y la tercera, que pueda estar sentada en silencio junto a ella y sentirme cómodo. No necesito nada más.

7. Si tuvieras que transformarte en uno de tus amigos, ¿quién sería y por qué? 

Me transformaría en alguna de mis amigas, indiferentemente  de cuál de ellas se tratase. No es que sea gay ni nada de eso, es que convertirme en uno de mis amigos significaría no cambiar a penas... en cambio, convertirme en mujer sí sería un cambio radical (...Pero... ¿luego volvería a ser yo? Si no es así, prefiero convertirme en mi perro Baby, siempre he pensado que poder comportarse como un animal sin que nadie te juzgue es el sueño de todo ser humano),

PREGUNTA BONUS. ¿Te gusta tu pelo?

Quería responder a esta pregunta porque se trata, para mí, de un tema muy espinoso y trascendental. La relación amor odio con mi cabello es bien conocida por muchos. Me encanta hacer estupideces inquietantes con mi pelo, sobre todo al salir de la ducha (véase snapchat: jmitjans). Por otro lado, me siento frustrado porque los mechones campan a sus aires como si de los tentáculos de pulpo esquizofrénico se tratasen. 
Quería añadir que siento un profundo temor a quedarme calvo, llegando incluso a padecer terribles pesadillas.

En fin, espero que hayáis disfrutado con esta sesión de preguntas y respuestas. Tan solo me queda dar mis agradecimientos a todos aquellos que habéis participado. Si alguien está ofendido porque su pregunta no ha sido publicada, que lance agravios contra mi persona o que me escriba para pedir su respuesta, que se la daré encantado.

lunes, 10 de noviembre de 2014

CAMBIA CON EL TIEMPO

Las cosas cambian en seis meses. Sorprende. Hace unos ciento ochenta días creía tener la vida planeada... y miradme ahora, a la deriva. Sabía qué quería, cómo lo quería y cuándo lo quería. Ahora solo sé que me llamo Javi y que me gusta escribir.
La vida se crea y se destruye; renace y vuelve a desaparecer. Cambia. Hace seis meses quería compartirla con una persona, ahora con otra: yo. Hace seis meses creía que en la vida no había cabida para los milagros, y cuando nació mi sobrino me di cuenta de que la misma vida era un milagro.
Felicidad, tristeza, cambio. Cambio; sí, ese es el sustantivo que mejor define vivir. La vida nos sorprende, nos atemoriza, nos fascina... y en esa inestabilidad es en la que encontramos belleza, la belleza que nos quita del suicidio, la belleza que nos define como humanos: la emoción.
Ahora navego a la deriva.. y no sabría decir si soy feliz, tan solo que disfruto viviendo; porque en el mismo cambio, en el mismo desconocimiento del porvenir, veo lo grande, frustrante y maravillosa que es esta perra vida.
Solo estoy seguro de una cosa: algún día moriré. No sé cual es el camino que me llevará hasta ese destino, tan solo sé que disfrutaré de él. 
A los veintiún años nuestro cuerpo empieza a morir. Muere lentamente, día a día, dejando que el tiempo con su paso nos vaya atrofiando. La vida va cambiando constantemente, y no voy desperdiciar mi tiempo preguntándome el porqué o intentando aferrarme a una estabilidad inexistente. Voy a aprovecharla, porque dudo que alguien quiera llegar a la tumba preguntándose el ''y si...''.

lunes, 3 de noviembre de 2014

LEJOS DE AQUÍ

Mi cuerpo con los pies sobre esta tierra, mi alma a catorce mil kilómetros de distancia. Ahí es donde realmente quisiera estar, alejado de tanta rutina, alejado de tanto problema, alejado de esta desquiciante sociedad desquiciada. Largarme lejos de aquí, ver todo desde otra perspectiva; observar para comprender, comprender para reparar. Eso es lo que necesito, lo que realmente necesitan decenas y cientos y miles de personas. Pero no se puede.
Despierto sin ropa tumbado en mi cama, desazonado por una terrible resaca y me pregunto ''¿por qué?''. ¿Por qué no desaparecer? ¿Por qué no largarse y esconderse de tanto problema? Porque eso es lo que haría un cobarde. Conozco a cientos de cobardes y no quisiera verme reflejado en el espejo y sentirme como uno de ellos. Debes solucionarlo, enfrentarte a ello. Si no tus diablos te estarán persiguiendo eternamente; no físicamente, pero sí en tu conciencia. La conciencia nunca descansa; es estricta, pero también justa: si no estás de acuerdo con ella, te llevará al tormento.
Somos unos hipócritas. Sí, todos y cada uno de nosotros... porque nos fascina nuestra conciencia cuando concordamos con ella y nos repugna cuando la desobedecemos. 
Los problemas son un cáncer que debemos extirpar. Me gustaría marcharme lejos de aquí. No para esconderme de ellos, sino para calmarme, para comprender; ver las cosas desde otro punto de vista para volver y ser capaz de arreglarlas. Pero no puedo, estoy encadenado a la responsabilidad. Una vez escuché una verso que decía ''La vida es bella, habrá que encontrar el lugar''. Toda una gilipollez; una gilipollez hermosa, eso sí. El caso es que no puedes marcharte, no puedes dejarlo todo... No has de encontrar el lugar donde ser feliz, has de crearlo.