El paso de la historia nos ha demostrado que ningún hombre es perfecto. No lo desmiento, pero todas las personas tienen una versión perfecta de sí mismas. Podemos alcanzar la perfección, ser la mejor versión de nosotros mismos. Seguiremos teniendo errores, fallos en el sistema, defectos... pero habremos explotado la mejor parte de nuestro yo interior.
La gente se deja llevar, se arrastra por la corriente social, aquella que les conduce al abismo de la monotonía. Todo plano, todo superfluo... todo por pereza, por echarse atrás frente al esfuerzo que supone potenciar nuestras virtudes y menguar nuestros defectos.
¿Sabéis quienes son realmente felices? Las personas que tratan de alcanzar su plenitud interior, las personas que tratan de devenir su ''perfecto yo''.
Mire por donde mire tan solo veo mierda. Fijaos en las redes sociales, realmente parece que ya a nadie le interesen las cosas profundas; lo más probable es que tan solo encontréis jodidos y hediondos vómitos de caracteres o imágenes repletas de pornografía o humor barato.
Hay tiempo para todo, para las risas y para la cultura, pero la segunda resulta demasiado aburrida, ¿no? Supongo que por eso a la gente le encanta enriquecerse de mierda.
Ya no se valora el trabajo elaborado, y eso me cabrea. Leo un blog de psicología con cientos de datos interesantes que te ayudan a comprender cómo funcionan las personas; entre todas las entradas, no llega a seiscientas visitas. Echo un vistazo en Twitter y veo que un jodido analfabeto que ha salido un par de veces en cualquier programa del corazón ha escrito cualquier gilipollez; en menos de una hora ya alcanza los dos mil RT.
Cuanto más nos dejemos arrastrar por esas gilipolleces, más nos alejaremos de nuestro yo perfecto.
P.D. Gracias Carol Llovera por el dibujo.
Enpiezas tu discurso presentandonos al ilustre "hombre perfecto" que me ha llevado directamente a pensar en Nietzsche y su "Super Hombre". Como él, afirmas la posibilidad de salir de la norma alcanzando así un estado de superioridad o algo por el estilo. No comparti tu opinion ya que pienso que como nuestra condicion es finita, nos hallamos siempre imperfectos.
ResponderEliminarDe otro lado veo que haces critica de lo que las redes sociales difunden o como lo que se consume a traves de ellas es mierda, no obstante tu propio ejemplo del anonimo perteneciente al mundo del corazon y el interesante articulo, evidencian que consumes, como todos, quizas de un modo mas consciente e indirecto, la misma mierda que dices, inhunda las redes sociales!
Un abrazo Javi!
SGR
Dudo que alguna persona llegue en algún momento a su ''yo perfecto''. En el caso de que lo hiciera, dudo que pudiera mantenerse en esa situación. Y en todo caso, nunca sería superior a otra persona, tan solo diferente (esa diferencia será buena o mala, dependiendo del punto de vista).
EliminarEn cuanto a la segunda cuestión que aquí planteas, no suelo consumir mierda, y si lo hago es para echarme unas risas; nunca dejo que me influencie. Eso es lo que critico principalmente en esta entrada: no a la gente que consume o produce basura, sino a la que se deja influenciar por ella, olvidándose de la trascendencia (pérdida de valores).
Quizá no me haya explicado bien/Quizá no hayas prestado mucha atención/Quizá lo hayas interpretado de una forma distinta... Eso no importa, tan solo espero haber resuelto tu duda!
P.D. Lo del famosete del corazón lo he visto en Twitter de una persona que lo había retwitteado. Sí que sigo al creador del blog de psicología, de hecho creo que deberías leerlo, ¡es realmente bueno! anandamidasintasa.wordpress.com
!Un abrazo de nuevo!
Me ha encantado este post! Besos!
ResponderEliminarBienvenido a la era de lo superficial y del dinero fácil. Ahora mismo está mejor vista una persona que se tire horas en el gimnasio que la que se las tira en la biblioteca, es más, al último le tachan de sedentario. El caso es que no hay que fijarse tanto en lo que haga la mayoría, que les den, menos aglomeraciones!
ResponderEliminarVoto por eso de ser la mejor versión de ti mismo y el resto que haga lo que quiera...
Un saludo!
¡Muy bien dicho!
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