martes, 28 de octubre de 2014

EL ACECHO DE LOS REMORDIMIENTOS

Todos necesitamos algo para ser felices. No es amor, no es estabilidad, no es dinero, no es salud... Nada de eso. Es algo más básico, es la base de nuestros sentimientos: es la conciencia. Algo tan sencillo y tan complicado a la vez... Ahí es donde comienza todo: el amor, el odio, la calma, la ansiedad...
Hoy día parece que la persona ha olvidado esa parte de ella misma. Veo dolor, veo repugnancia, veo hipocresía... pero sobre todo veo indiferencia. Echar la mirada a un lado es nuestra actividad favorita.
La gente hace daño y sigue su camino, dejando atrás pedazos de las vidas que han roto sin pararse a arreglarlas, incluyendo las suyas mismas. Me da lástima, aunque también me da ascoConfío en que a cada cerdo le llegue su san Martín, confío en que se les vaya desangrando el alma poco a poco... Aunque desearía que dieran media vuelta y corrigieran sus errores. 
Todo el mundo debería estar en paz con su conciencia. La vida sería más sencilla y se diezmaría el sufrimiento. Cuídate a ti mismo, solo así podrás cuidar de los demás.
Hay noches en las que no puedo dormir; noches en las que mis actos y mis pensamientos me persiguen; noches cargadas de pesadillas estando despierto; noches en las que mi alma grita pidiendo perdón... ¿Cómo vas a vivir si no estás de acuerdo con tu propia vida? Hipócrita.
Por eso digo que lo que necesitamos para ser felices no es amor, no es estabilidad, no es dinero, no es salud... lo que necesitamos para ser felices es estar en paz con nuestra conciencia, estar en paz con nosotros mismos.

2 comentarios:

  1. Amen!! Y lo más bonito de todo es que la conciencia no se compra con dinero, aunque tal vez precisamente por eso algunos no la tengan... Muy evocador, enorabuena!
    Un saludo!

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  2. Interesante post. Como dices, la felicidad no parecer ser amor ni estabilidad, ni dinero ni salud, aunque las abarque dentro de sus herramientas. Saludos.

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